Con esta cita comienza el álbum ilustrado que queremos presentar a partir del 1er 1.
Imagínese cuál fue nuestra sorpresa al descubrir que Fifi Brindacier no es un pág. de pedagogía o un nuevo valor emergente de la educación gratuita. Fifi Brindacier es el nombre de nuestro querido Pippi Långstrump en sueco.
Alemagna, Beatrice. El maravilloso peludiu-renudiu-xiquitiu. Traducción por Bel Olid. Barcelona: Combel, 2015. 42p. ISBN. 978-84-9101-018-0
A la edad de cinco años, los niños quieren ser viejos y tomar conciencia de las muchas cosas que no saben hacer. Nada en absoluto. Y este hecho, por supuesto, las angustias de más.
Es por eso que, cuando Eddie escucha a su hermana hablar sobre el cumpleaños de su madre y un regalo "peludiu-renudiu-xiquiu", sale corriendo de la casa para encontrar un regalo que pueda estar a la altura de estos extraños adjetivos.
Eddie, que piensa que no sabe hacer nada, comienza una pequeña aventura alrededor de su vecindario: visitar las tiendas, hablar con cada uno de los comerciantes, conseguir pequeños tesoros, hacer intercambios, hasta que encuentre el regalo perfecto.
La historia gira en torno a un objeto que no sabemos si existe, pero en cualquier caso tiene un nombre muy prometedor (¡que la traducción ha crecido aún más!) y nos hace soñar con algo maravilloso que seguramente hará nuestras vidas un poco más fáciles.
Tenemos toda la confianza con Eddie: desde el momento en que sale de casa y se pone su chaqueta rosa fluorescente, del mismo color de la guardia del libro, sabemos que obtendrá todo lo que propone.
Los libros de Beatrice Alemagna (Bolonia, 1973) que más me gustan tienen en común un punto de misterio en su enfoque, un signo de interrogación abierto, algo que desconcierta.
A veces es la identidad del protagonista, como Un León en París (SM, 2007)
Otras veces es un final ambivalente que permite una doble lectura de la historia, como en el caso de Omega y la osa con texto de Guillaume Guéraud (Kókinos, policía. 2008).
(Aunque creo que me parece recordar que la traducción al español deja mucho menos espacio que el francés original…)
Y en otras ocasiones, como en Esa gigantesca pequeña cosa (SM, 2012) el signo de interrogación, el misterio, es precisamente el hilo narrativo en sí.
Tal vez en lo que presentamos hoy, así como ya sucedió en el anterior, Los cinco desastres. (En buen paso, 2014) hay un deseo de crear obras más redondeadas narrativamente, con una estructura argumental, con argumentos más agradecidos para explicar a los niños.
De El maravilloso peludiu-renudiu-xiquitiu destacaría tres aspectos que lo hacen muy recomendable:
– El baño de confianza que representa para el pequeño lector ver todas las cosas que pueden hacer una chica de 5 años y medio.
– El juego de intercambio que se crea entre los comerciantes y Eddie, a partir de pequeños objetos curiosos, pequeños tesoros que parecen poco importantes pero terminan siendo de gran valor.
-La visión de un barrio lleno de pequeñas tiendas, tiendas locales, tenderos especializados en la zona, que conocen el nombre de los niños del barrio.
Un barrio que Beatrice Alemagna dibuja con todos los detalles, siguiendo su técnica habitual, creando diferentes texturas a partir del collage y con la única novedad de una cera rosa fluorescente que se convierte en el punto de unión entre Eddie y el maravilloso peludiu-renudiu-xiquitiu.
Y por si acaso estás más ansiosa por Beatrice Alemagna, esté alerta, porque la próxima semana llega a las librerías otro de sus libros, esta vez gracias a la editorial A buen paso.
Esta es la traducción de Bon voyage bébé. (Hélium, 2013), un libro sobre la hora mágica de acostarse, nacido en Francia como comisión del Conseil Général de l'Ardèche, para dar a todos los niños nacidos en 2014-2015 dentro de este departamento.
Aún no hemos podido verlo, aunque conocemos la versión original. Lo que nos ha dicho la editora Arianna Squilloni es que han optado por una edición de cartón, más adecuada para pequeños lectores.
Y por hoy nada más, sólo recuérdate el consejo de Fifi: deja que tus hijos ordenen sus vidas a su gusto.
Buenas lecturas.
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