Llibres al replà

Trazos de memoria

El tema de la memoria es actual, y el mundo de la iluminación no puede permanecer ajeno a él. No se trata de reconstruir una memoria colectiva, sino de prestar atención a los recuerdos intransferibles de cada uno y a la posibilidad de reenlacer este análisis subjetivo como estrategia de creación.

Hace un par de semanas se volvió a celebrar en Donostia el taller de ilustración Marraz(i)Oak. Un curso propuesto por la Asociación de Libros Infantiles y Jóvenes Galtzagorri y patrocinado por el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa con el apoyo de la asociación de dibujantes de cómics donostiarras.

El nombre Marraz(i)Oak, pensado desde el principio por el escritor Harkaitz Cano, es una palabra compuesta por Narrazioak que significa narrativas, Zioak que significa objetivos, Marra significa línea y Marrazoa que es el tiburón en euskera… Narra con el trazo.

Harkaitz Cano y yo ofrecemos nuestro taller cada dos años (estamos alternando con la propuesta ofrecida por la ilustradora Elena Odriozola y el teórico de literatura infantil y juvenil Gustavo Puerta). Esta es ya la décima edición y, por quinta vez, nos reunimos de nuevo, escritor e ilustrador, con jóvenes ilustradores del País Vasco, para ofrecer un taller intensivo. Vivimos y trabajamos juntos durante una semana intensa, llena de enfoques teóricos, muchos libros ilustrados y ejercicios prácticos de acuerdo con el tema básico del curso, la memoria.

En el taller Marrazioak 2018 propusimos como punto de partida abordar la memoria íntima de cada uno de los participantes. Partiendo de espacios autobiográficos, corporales y gestuales muy personales, y con especial énfasis en la necesidad de secuenciarlos correctamente.

En definitiva, la memoria es el tema de reflexión que queríamos plantear, y la secuenciación de la técnica que nos guió en esta reflexión. No es lo mismo simplemente recordar algo o articular y estructurar esta memoria. Sin estructura, la memoria podría resultar menos fértil.

Por esta razón propusimos una serie de ejercicios donde la secuenciación era el punto principal y el objetivo a tener en cuenta por los ilustradores participantes.

Cuando hablamos de secuenciación, nos referimos a "congelar" momentos específicos e ignorar muchos otros que pueden ser banales o repetitivos. Si este ejercicio es crucial en lenguajes como el cinematográfico, lo es mucho más en el mundo de la ilustración, en el que el creador tiene un número muy limitado de ilustraciones para contar su historia.

Comenzamos el taller con una presentación gráfica de cada uno de los participantes y con el enfoque de los ejercicios que se deben llevar a cabo durante los cuatro días y medio compartimos inquietudes y reflexiones sobre la ilustración y la narrativa.

Para iniciar el tema del personaje y la memoria del cuerpo, vimos la película "Freaks" dirigida por Tod Browning en 1932. Una propuesta arriesgada que abrió un primer debate sobre la corrección o no al dibujar personajes de una manera representativa o hacerlo desde una perspectiva más personal. Los personajes de freaks tienen sus propias reglas y justicia. Una película que fue polémica en su tiempo y tiene varios finales según las exigencias moralistas del Hollywood de los años 30.

También pudimos ver algunos videos de la artista guatemalteca Regina José Galindo. Regina es una artista, intérprete y poeta especializada en arte corporal. Su trabajo artístico se caracteriza por contenido político que rescata elementos típicos de su contexto sudamericano, y su condición de mujer. La propuesta de esta artista les pareció arriesgada y difícil de vincular con su trabajo como ilustradora.

No fue fácil la propuesta del artista británico Tracey Emind que muestra en una de sus instalaciones, su habitación y su cama con restos de bebidas, pañuelos y otros objetos personales utilizados y esparcidos en el suelo de una galería de arte. Las conversaciones después de cada nueva exposición de una obra artística ayudaron a entender el significado y el vínculo con el tema base del taller, la memoria.

Durante la segunda jornada de trabajo nos enteramos del proyecto Hospital 106, 4º 1º, creado por Jordi Canudas, Isabel Banal, Ignasi Esteve y Ester Baulida. El proyecto ideado por estos cuatro artistas catalanes se centra en prácticas artísticas relacionadas con transformaciones urbanas y sociales que se han producido en el barrio del Raval de Barcelona como consecuencia de la aplicación de un nuevo plan urbanístico.

El proyecto se centró en un lugar específico, un apartamento afectado, la calle de l'Hospital, 106, 4º 1º, entendido como un ejemplo de todo lo que sucedería en el vecindario. Los artistas hicieron una obra de selección y archivo de todos y cada uno de los objetos encontrados en el piso. Después, muchos amigos, otros artistas y alumnos y colegas de la Escuela Massana, donde Jordi Canudas e Isabel Banal son profesores, pasaron a recoger uno de los objetos para darle una segunda oportunidad en un nuevo espacio. La presentación y el proyecto Hospital 106, 4º 1º sirvieron para reflexionar sobre la memoria de los espacios y objetos que acumulamos a lo largo de la vida.

¿Qué objetos agregamos a nuestros personajes dibujados? ¿Tienen que ver con nuestras propias experiencias o son parte de la vida del personaje? ¿A menudo pensamos en esto cuando dibujamos o nunca lo tomamos en cuenta? Estas son algunas de las preguntas que surgieron durante la sesión.

Como ejercicio práctico, todos los participantes del curso tenían un Leporello o hoja doblada en formato acordeón, donde a lo largo del curso tuvieron que explicar con seis dibujos secuenciados la evolución de un personaje y la relación con algunos de sus objetos personales. El último día se mostraron a todo el grupo.

También ilustraron la posible portada del cuento Perdiendo velocidad de la escritora argentina Samanta Schweblin, tomada de su libro Pájaros en la boca. El hombre bala en la historia tomó aún más protagonismo e inmediatamente lo relacionó con los personajes de la película que vieron al principio del curso, Freaks.

Como todos los años, traje la maleta roja cargada de libros ilustrados. Este año hubo muchos de la ilustradora Kitty Krowther, también de Stephanie Harjes, de Anna Aparicio, la última de Ferran Orta editada por Flamboyant, Yellow and Round, y algunas novedades recientes como la de Pei-Yu Chang, ilustradora de China que publicó muy recientemente su nuevo libro Der geheimnisvolle Koffer publicado en alemán por la editorial Nord Süd.

Muy interesante, y posiblemente uno de los más sorprendentes, fue el de Sonja Bougaeva, editado por Takatuka, Las dos hermanas. Un libro que prácticamente ha pasado desapercibido y que recomendamos encarecidamente para aquellos que necesitan una historia que hable de cuándo envejecemos y de la importancia de los recuerdos, sus propios objetos y la necesidad de vivir libremente y como todo el mundo quiere.

Una vez más, el taller de Marrazioak sirvió para poner temas sobre la mesa y motivar a las nuevas panaderías a aprender sobre otras formas de entender el proceso creativo y abrirse a nuevos lenguajes plásticos, teniendo en cuenta el recurso de la memoria.

 

 

 

 

 

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